La Justicia en la República de Platón

Autor
Comunicación Institucional

Fecha

09 de julio, 2018

La Justicia de Platón y su significado dentro de la República, la ciudad ideal, fue el tema de la tercera sesión del ciclo de Diálogos de Filosofía dirigidos por el doctor Javier Prado Galán S.J. Director General Académico de la Iberoamericana León.

En esta sesión el Padre Javier Prado abordó la faceta política del filósofo Platón (Atenas, 427 - 347 a. C.), quien vivió la tiranía en la Grecia del Siglo IV y fundó la Academia (387 a.C.).

Para Platón, la justicia y la felicidad van de la mano, no pueden disociarse. Planteó también que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente "puedes tener muy buenas intensiones, pero al ver el botín, hasta el justo peca", reflexionó.

La República es la propuesta de la ciudad o sociedad ideal, en la que considera la existencia de tres grupos: los gobernantes, los guardianes o policías, y los productores.

En esa ciudad o sociedad perfecta, lo que tienen que hacer los tres grupos es especializarse en lo suyo y lo llama principio de funcionalidad, el filósofo griego consideraba que las vocaciones debían respetarse.

"La República, es uno de los libros más importantes, que ha cambiado la historia, no solamente tiene valor literario, tiene ese poder transformador que hace que lo estudiemos a fondo", consideró el doctor en filosofía, Javier Prado.

Justicia

En este contexto, la justicia para Platón es que cada quien haga lo suyo, lo que le toca, lo que le corresponda en esa ciudad llamada República, "que el gobernante gobierne sabiamente, que el guardian y los productores tengan los recursos y condiciones para hacer su trabajo".

Y cada grupo debe cultivar una virtud para que pueda existir la justicia, entonces el gobernante debe ser prudente, debe discernir,el policía o guardián debe tener arrojo y la moderaciónla deben tener todos, entendida ésta como el control de las pasiones.

El alma

Platón relaciona las partes del alma y los grupos en la República (sociedad). Según el filósofo, el individuo y la sociedad se parecen en que ambas tienen tres partes, y las tres facetas del alma son: el cochero(entendido como la razón), el caballo blanco(el coraje y el arrojo), y el caballo negro(las pasiones bajas).

Así, "el alma es como un carruaje que tiene su cochero y sus dos caballos… el hombre justo para Platón es el que desarrolla armónicamente estas facetas. Los seres humanos debemos ser justos, es decir, que mi razón gobierne, que mi arrojo sirva para hacer cosas constructivas, y la pasión sirva para amar, y no para destruir", explicó el Padre Javier Prado.

"La injusticia es pues el entrometimiento de un grupo o elemento de la República en otro grupo, la injusticia es que las pasiones gobiernen la razón", puntualizó.

El rey filósofo

Platón creía que el filósofo es quien debe gobernar, porque es quien tiene el conocimiento (episteme) y no sólo opiniones (doxa). La Aristocracia (aristos, los mejores), son los que debieran gobernar.

En una segunda opción de gobierno considera a los valientes, a los millitares; en tercer lugar la oligarquia (los ricos); seguida de la democracia (el gobierno de los pobres, los ignorantes) y finalmente la tiranía.

La crítica

Karl Popper (Viena 1902-1994), autor de " La sociedad abierta y sus enemigos" propone una ingeniería gradual, y se manifestó en contra de imponer una utopía socialista republicana, criticó a Platón por inmovillista, "el planteamiento antidemocrático que dice que los roles son más importantes que las personas".

En defensa, el padre Javier Prado explicó que Platón consideraba que se nacía determinado (condicionados por genética) para un rol y sólo se le debía apoyar para afinar o perfeccionar esa vocación.

Para cerrar, puntualizó que detrás de la propuesta de la Repúbllica el filósofo griego expresa una concepción dualista en las pesonas, en la que la razónrepresenta la parte positiva y la pasión(los caballos negro y blanco) la parte negativa.

En la siguiente cita de estos Diálogos de Filosofía en la Ibero, el tema a reflexionar será la concepción del amor de Platón.