Soy como una flecha, entre más para atrás me haces, más lejos llego: Daniel Gómez Íñiguez

Autor
Comunicación Institucional

Fecha

08 de mayo, 2015

Emprendedor y hombre de negocios, a Daniel Gómez Íñiguez lo que mejor lo retrata es su persistencia, capacidad de abrirse puertas y su juventud; a sus 24 años de edad forma parte de la lista Forbes Under 30 (2015) y es fundador de la empresa SOLBEN, principal productora de biodisel en México.

Daniel Gómez estuvo en la Ibero León para impartir la Conferencia Innovación y nuevos negocios. Enfundado en sus jeans, camiseta de manga corta, y un entusiasmo que contagia, comenzó a relatar su experiencia en los negocios a universitarios y a empresarios que se dieron cita en el Aula Francisco Xavier.

Con el tono regio que delata su origen comenzó a contar que su primer negocio lo inició de niño, su papá – contador de profesión - le dijo "tienes que enseñarte a ganar la vida" y comenzó a vender nueces junto con su hermano. Su papá le sugirió quitar la cáscara a las nueces para venderlas más caras. Ahí, dice, tuvo su primer lección, debes estudiar para tener el conocimiento y poder tener estrategias que te ayuden a obtener más ganancias.

Tuvo otros negocios, el segundo fue un puesto en un tianguis, vendía pantalones que compraba a un dólar y vendía en 30 pesos. Su segunda lección fue que no tenía porqué vender "cosas caras a gente bonita, debía vender productos que impacten a las personas, que solucionen problemas", explica.

Por supuesto, siempre fue buen estudiante, dedicado, hizo un bachillerato internacional, su proyecto de fin de preparatoria fue el inicio de lo que hoy es su empresa SOLBEN. Tras buscar en internet, decidió como proyecto de investigación fabricar biodisel y hacerlo negocio. Todos, compañeros, maestros le advirtieron lo loca que era la idea. Con el trabajo escolar obtuvo una C de calificación.

Comenzó a estudiar Ingeniería Química, se alió a un "círculo de biodisel", ahí conoció a los que serían sus socios, a quienes convenció de que debían fabricar tecnología mexicana para la fabricación de biodisel.

Desarrollaron su planta del combustible, pero nadie le daba financiamiento, convenció a un Centro de Investigación en Cárdenas Tabasco y le compró su primera planta en un millón y medio de pesos -aunque aclara que lo hicieron porque de lo contrario el centro perdería el recurso que era del gobierno federal-. Daniel tenía 17 años de edad.

Entonces vinieron los reconocimientos. En el año 2010 ganó el Premio al Estudiante Emprendedor en la Bolsa Mexicana de Valores; fue el primer mexicano en llegar a la final de los Global Student Entrepreneur Awards, obtuvo el segundo lugar mundial.

Con elección presidencial en puerta, le pidieron cabildear con candidatos la política en materia de energía. Nunca pudo hablar con ellos pese a las relaciones que tenía. Fue entonces que decidió crear Caras Políticas, una red social donde estaban todos los políticos y gobernantes a los que podías calificar y emitir un comentario.

Tras darse cuenta de lo exitosa, pero también corruptible que podía ser su página en México decidió llevarla a Estados Unidos y después a la Unión Europea. En 10 meses cabildeó su proyecto, que hoy es la empresa GOVFACES la calificadora de transparencia de mayor influencia en Europa. "Hoy estamos respaldados por el Banco Mundial, la Unión Europea y es una de las plataformas más disruptivas en Europa".

Daniel nada lo ha tenido fácil, aunque así suene su historia de éxito. Enfrentó una crisis en la empresa SOLBEN, derivado de los meses de trabajo y cabildeo que dedicó a GOVFACES. En la Universidad, claro, estaba a punto de "tronar" la carrera, también había problemas familiares, la empresa SOLBEN estaba casi en quiebra… recurrió a la esencia de su carácter "yo creo que todo está en la mente, y soy como una flecha, a mí entre más para atrás me haces, más lejos llego".

Vino la reestructuración de SOLBEN "dijimos ya no vendemos tecnología, vamos a ser los principales constructores de plantas de biodisel plantas propias, en 2015, nuestro biodisel, en sus menores volúmenes es por lo menos 20 centavos más barato que el diesel de Pemex. Este año tenemos que colocar más de 15 millones de litros de biodisel, es decir dos pipas al día de 23 mil litros de biocombustible y mi crecimiento depende de un modelo de deuda donde no me diluyo". ¡Ah, en el Tec solo reprobé una materia y me gradué!, presume con orgullo.

Daniel afirma que emprender no es crear solamente un proyecto que genere dinero, una empresa puede ser un proyecto cultural, político, social, no tienen que enfocarse al dinero.

Su experiencia, dice, lo ha llevado a tres conclusiones:

+ La juventud no es una edad, es un valor. Tengas 10, 20, 30 años es un valor con el que te puedes despertar todas las mañanas.

+ El éxito no está relacionado con la cuenta bancaria, depende solamente de cuantas personas puedes impactar de manera positiva, en ese camino al éxito.

+ Los sueños. Siempre se trata de seguir tus sueños, trabajar por los propios y no por los de otros "si algo te apasiona hazlo lo mejor posible".

A Daniel, siempre le dijeron que no se podía, se lo dijeron sus padres, maestros, amigos… "y a mi entre más me dices no, adrede lo hago, demuestro que sí se puede".

Con esta filosofía, simple pero efectiva, hoy su proyecto en puerta es colocar la bandera de México en la Luna, trabaja en eso junto con Jordi Muñoz, mexicano de 29 años fabricante de drones.

Antes del 2020, afirma que lo transmitirán y lo harán para que "todos vean lo que esta generación está haciendo en tecnología". En estos momentos fabrican un satélite y un telescopio para tal propósito. Les siguen diciendo locos, pero Daniel Gómez Íñiguez afirma que no tendrán ningún problema económico ni técnico para cumplir su sueño de niños, viajar al espacio.

Afirma que es preciso comenzar a escribir y contar otra historia de nuestro país, dejar la historia de los vencidos y hablar de historias de éxito de mexicanos.